lunes, 31 de enero de 2011

CAPÍTULO IV: El sonido de Canterbury.

El sonido Canterbury hace referencia a la experiencia psicodélica inglesa, alimentada por la nueva droga del momento, el LSD. Se llamó de ese modo en honor a la ciudad que lo originó y algunas bandas de esta corriente son Soft Machine, Genesis, Emerson o Camel.


En 1967 la banda Pink Floyd alcanzó el éxito con los temas “See Emily Play” y “Arnold Layne”, los cuales tenían el inconfundible sello de la psicodelia sin perder el carácter inglés. Tras la marcha de Syd Barrett de la banda, esta se centró más en el aspecto musical de sus canciones que en las letras de las mismas.


“The Wall” fue el gran éxito de la banda. Fue un álbum de estudio lanzado en 1979. Es considerado uno de los mejores trabajos de la banda y de la historia del rock. Es un álbum que recoge el estado de ánimo depresivo de Waters, que es extendible al resto de la sociedad que lo acogió con los brazos abiertos.

Pink Floyd se convirtió en una banda innovadora, no solo por su continua búsqueda de nuevos sonidos y nuevas técnicas de grabación, sino también por su transgresión en el ámbito del espectáculo. Era una banda que basaba sus espectáculos en una combinación de música psicodélica con un material audiovisual que hacía a los espectadores ver la música.

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